viernes, 12 de febrero de 2010

Lourdes

Tengo una amiga que se llama Lourdes. Casi podría decir que es mi hermana. Nos conocemos desde hace diez años solamente, pero el tiempo no importa, es como si lo fuéramos de toda la vida. Y digo que es mi hermana porque sé que puedo contar con ella para lo que sea, igual que ella conmigo. Hemos tenido un año negro en nuestras vidas, en el que nuestros caminos se separaron, por mi culpa, y aún así, puedo seguir afirmándolo. Creo que ese dolor de estar separadas nos ha unido mucho más. Ahora sé que nada nos separará. Con nuestro reencuentro, encontré la paz de nuevo..
Es una mujer increíble. Simpática, agradable, bondadosa, GENEROSA, algo loca... amiga de sus amigos... e increíblemente fuerte. Lleva luchando con la enfermedad unos cinco años, incansable, pocas veces la he visto venirse abajo, aunque sé que hay momentos muy malos. Ahora está en el hospital, recién operada, con muchos dolores... y aún así siempre tiene algo bueno para tí... una palabra, un gesto, un achuchón, unas risas... A su lado, incansable también, está Pablo, nuestro antipático particular, un hombre al que, a veces, no consigo todavía "pillar" después de todos estos años, al que adoro profundamente por ser como es.
Lourdes, sólo quiero darte, daros, las gracias. Por ser así, naturales, cariñosos, buenos amigos... por querernos tal y como somos... por hacernos ver la vida de colores aunque sea negra a ratos, a pesar de todo lo que tenéis encima... por hacernos ver lo importantes que son las cosas pequeñas que, a veces, pasan por delante de nosotros sin darnos cuenta...
Os queremos.